Durante los últimos años del siglo XX pudimos ver y disfrutar, o quizás padecer, cambios en las formas y en la infraestructura de las comunicaciones. Al iniciar este nuevo siglo, el vertiginoso desarrollo de la electrónica, la computación, la transmisión de datos y de las telecomunicaciones en general, hacen que sea denominado por muchos como el siglo de la información.
En Infoclima lo entendimos así y es entonces que por iniciativa de Juan Coronado (asesor científico) iniciamos la implementación de una nueva especialización dentro de nuestro rubro, que sea capaz de dar valor agregado a la información meteorológica local, regional y mundial, brindando una herramienta útil para la toma de decisiones empresariales, comerciales y de gobierno: La inteligencia climática.
Inteligencia Climática es el proceso por el cual, a partir de necesidades identificadas y definidas por un usuario (empresa), se obtiene información meteorológica, se valora, analiza, integra, interpreta, pronostica y distribuye, transformada en conocimiento.
El proceso de elaboración de Inteligencia climática para que sea funcional, debe cumplir con las siguientes fases:
1. Planificación y dirección
A partir de las necesidades específicas identificadas y definidas por el usuario final del producto elaborado en el proceso de Inteligencia, se establecen las prioridades y se asignan los recursos técnicos y humanos para la consecución de los objetivos fijados.
2. Obtención
La fase de obtención se encuentra estrechamente vinculada con la anterior, puesto que los recursos se asignan de acuerdo con las necesidades de Inteligencia definidas por el consumidor del producto final. La adquisición de información involucra tanto recursos técnicos como humanos y su elección se deriva del tipo de conocimiento que se precise.
3. Elaboración
Los datos y la información adquiridos en la fase de obtención constituyen la materia prima a partir de la cual se elabora el producto final. La transformación de la información en Inteligencia se produce en esta fase del Ciclo después de ser sometida a tratamiento, adecuadamente evaluada, analizada, integrada con la información disponible obtenida por otras fuentes.
4. Distribución
El producto ya elaborado se pone a disposición del usuario como conocimiento que permite reducir la incertidumbre en la toma de decisiones. La Inteligencia se difunde de forma segura (la confidencialidad es imprescindible) y en el tiempo oportuno al consumidor de la misma.
No es aventurado asegurar que la inteligencia es actualmente, el instrumento más eficaz en las políticas de prevención y anticipación para empresas, asegurando una ventaja estratégica ante su competencia.
Una de las máximas de Sun Tzu en su obra El Arte de la Guerra dice: “Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro...”, nosotros podemos adaptar esta cita poniéndola en el contexto actual y trayéndola al campo climático diciendo: “Si conoces las condiciones climáticas de tu competencia y conoces tus propias condiciones climáticas, ni en cien negociaciones comerciales correrás peligro”.
lunes, 23 de junio de 2008
jueves, 22 de mayo de 2008
Cambio Climático
Este es un artículo que he estado posponiendo por mucho tiempo, y aunque el tema es apasionante, también es muy complejo y controversial y los argumentos presentados por los especialistas, ya sea a favor o en contra, en su mayoría están lejos del entendimiento del común de las personas.
Las evidencias acerca de que estamos viviendo un cambio climático son muchas y en ese sentido toda la comunidad científica está en consenso. En donde no hay consenso es en el causante o forzante de dicho cambio.
Algunos consideran que estos cambios son de tipo antropogénico, lo que quiere decir, que nosotros mismos a partir de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero estamos forzando el cambio climático. La otra posición de los científicos es que este cambio se debe a la variabilidad natural del clima y el causante de dichas variaciones es el Sol.
En la historia de 4.500 millones de años de la Tierra se ha registrado una larga sucesión de cambios climáticos, y si citamos la historia más reciente podemos encontrar una mini-edad de hielo alrededor del siglo XVII; un Periodo Cálido Medieval entre el siglo XI y XIV (con temperaturas mucho más cálidas que las que se registran hoy en día); y aún antes, en el Holoceno, encontramos el periodo más cálido de los últimos 10,000 años.
El año pasado tuve la oportunidad de participar del II Simposio Internacional de Climatología y de la III Conferencia Regional sobre Cambios Globales de América del Sur, organizados por la Sociedad Brasileña de Meteorología (SBMET). En todos los trabajos presentados en donde se evaluaron las variaciones del clima observadas en la actualidad se encontraban evidencias significativas de que estos cambios se deben a la variabilidad natural, dejando sólo una mínima probabilidad de que se deban a un origen antropogénico. Esto contradice lo que en muchos medios de comunicación se propala -incluyendo el cine- donde el cambio climático antropogénico se presenta como principal factor de este cambio y es tomado como una verdad absoluta por la población a pesar de que no lo es en la comunidad científica.
Sea por una u otra razón, la única certeza que tengo es que estos cambios existen, nos afectan y nos afectaran aún más en los próximos años, y lamentablemente nuestro país no esta preparado para afrontarlos. Tenemos que minimizar nuestras vulnerabilidades e implementar estrategias de adaptación. Cualquier cosa que se haga para disminuir la pobreza ayudará a reducir la vulnerabilidad al cambio climático, para hacerlo necesitamos desarrollarnos rápidamente y para desarrollarnos necesitamos explotar nuestros recursos naturales.
Los países desarrollados no deberían pedir a los países pobres como el nuestro que retrasen su desarrollo, participando en el esfuerzo de minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y nosotros no deberíamos pretender ser más papistas que el Papa. Los países pobres representamos una parte tan pequeña de la actividad mundial que así redujéramos drásticamente nuestras emisiones de carbono, no disminuiría el supuesto efecto en el clima.
Las evidencias acerca de que estamos viviendo un cambio climático son muchas y en ese sentido toda la comunidad científica está en consenso. En donde no hay consenso es en el causante o forzante de dicho cambio.
Algunos consideran que estos cambios son de tipo antropogénico, lo que quiere decir, que nosotros mismos a partir de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero estamos forzando el cambio climático. La otra posición de los científicos es que este cambio se debe a la variabilidad natural del clima y el causante de dichas variaciones es el Sol.
En la historia de 4.500 millones de años de la Tierra se ha registrado una larga sucesión de cambios climáticos, y si citamos la historia más reciente podemos encontrar una mini-edad de hielo alrededor del siglo XVII; un Periodo Cálido Medieval entre el siglo XI y XIV (con temperaturas mucho más cálidas que las que se registran hoy en día); y aún antes, en el Holoceno, encontramos el periodo más cálido de los últimos 10,000 años.
El año pasado tuve la oportunidad de participar del II Simposio Internacional de Climatología y de la III Conferencia Regional sobre Cambios Globales de América del Sur, organizados por la Sociedad Brasileña de Meteorología (SBMET). En todos los trabajos presentados en donde se evaluaron las variaciones del clima observadas en la actualidad se encontraban evidencias significativas de que estos cambios se deben a la variabilidad natural, dejando sólo una mínima probabilidad de que se deban a un origen antropogénico. Esto contradice lo que en muchos medios de comunicación se propala -incluyendo el cine- donde el cambio climático antropogénico se presenta como principal factor de este cambio y es tomado como una verdad absoluta por la población a pesar de que no lo es en la comunidad científica.
Sea por una u otra razón, la única certeza que tengo es que estos cambios existen, nos afectan y nos afectaran aún más en los próximos años, y lamentablemente nuestro país no esta preparado para afrontarlos. Tenemos que minimizar nuestras vulnerabilidades e implementar estrategias de adaptación. Cualquier cosa que se haga para disminuir la pobreza ayudará a reducir la vulnerabilidad al cambio climático, para hacerlo necesitamos desarrollarnos rápidamente y para desarrollarnos necesitamos explotar nuestros recursos naturales.
Los países desarrollados no deberían pedir a los países pobres como el nuestro que retrasen su desarrollo, participando en el esfuerzo de minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y nosotros no deberíamos pretender ser más papistas que el Papa. Los países pobres representamos una parte tan pequeña de la actividad mundial que así redujéramos drásticamente nuestras emisiones de carbono, no disminuiría el supuesto efecto en el clima.
martes, 15 de abril de 2008
Teleconexiones
Las teleconexiones pueden ser definidas como aquellas relaciones o enlaces existentes entre las anomalías climáticas de dos zonas o localidades distantes entre sí. Las largas distancias existentes entre estos lugares y las diferencias en los tiempos de ocurrencia de estas anomalías hacen que generalmente sea muy difícil de concebir el hecho que una pueda influir en el comportamiento de la otra, pero estas interrelaciones existen y han sido comprobadas en diferentes estudios, los que fueron publicados en revistas científicas a nivel internacional y que muchas de ellas se encuentran disponibles vía Web.
Para el caso de El Niño/La Niña, los cambios localizados de la temperatura superficial del mar pueden provocar importantes efectos en las circulaciones atmosféricas; debido a ello son capaces de alterar la localización e intensidad de las áreas de convección y lluvias sobre los océanos. Estas áreas son capaces, a su vez, de desplazar grandes cantidades de calor/frío hacia las zonas altas de la troposfera induciendo alteraciones de la circulación atmosférica en estos niveles, que rápidamente son capaces de perturbar los movimientos atmosféricos a gran escala.
Trabajos realizados por investigadores peruanos como el Dr. Angel Cornejo, basados en técnicas estadísticas de CCA (Análisis de Correlación Canónica) han demostrado la existencia de una relación inversa entre las anomalías de temperatura superficial del Mar en el Pacífico Ecuatorial Central y las precipitaciones en la región Andina. También podemos encontrar en la literatura muchos trabajos de investigación similares, realizados en Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, Cuba, México, España, Inglaterra, Australia, USA, Canadá, India, China, Sudáfrica y esto sólo por mencionar algunos países.
Es evidente entonces, que el monitoreo continuo de las variaciones de la temperatura del mar en el Pacífico Central es una herramienta importante, por no decir imprescindible; para prever condiciones climáticas futuras con la anticipación adecuada en diversas partes del globo y esto incluye al Perú. No menospreciemos información valiosa, diciendo que los informes de agencias internacionales no son válidos para nuestro país porque la zona que ellos monitorean (Pacífico Central) esta muy lejos de aquí, yo les sugiero a mis colegas afinar los estudios de las teleconexiones, con mayor cantidad y calidad de información y expliquemos a las personas (en especial a la prensa, autoridades y tomadores de decisiones en general) los alcances de estos informes internacionales.
En la actualidad las teleconexiones constituyen todo un campo de desarrollo en las ciencias atmosféricas y se enfoca específicamente en lograr un mejor entendimiento de las complejas interacciones existentes en el Sistema Climático global. Mientras más entendamos, más asertivos seremos en nuestras previsiones.
Para el caso de El Niño/La Niña, los cambios localizados de la temperatura superficial del mar pueden provocar importantes efectos en las circulaciones atmosféricas; debido a ello son capaces de alterar la localización e intensidad de las áreas de convección y lluvias sobre los océanos. Estas áreas son capaces, a su vez, de desplazar grandes cantidades de calor/frío hacia las zonas altas de la troposfera induciendo alteraciones de la circulación atmosférica en estos niveles, que rápidamente son capaces de perturbar los movimientos atmosféricos a gran escala.
Trabajos realizados por investigadores peruanos como el Dr. Angel Cornejo, basados en técnicas estadísticas de CCA (Análisis de Correlación Canónica) han demostrado la existencia de una relación inversa entre las anomalías de temperatura superficial del Mar en el Pacífico Ecuatorial Central y las precipitaciones en la región Andina. También podemos encontrar en la literatura muchos trabajos de investigación similares, realizados en Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, Cuba, México, España, Inglaterra, Australia, USA, Canadá, India, China, Sudáfrica y esto sólo por mencionar algunos países.
Es evidente entonces, que el monitoreo continuo de las variaciones de la temperatura del mar en el Pacífico Central es una herramienta importante, por no decir imprescindible; para prever condiciones climáticas futuras con la anticipación adecuada en diversas partes del globo y esto incluye al Perú. No menospreciemos información valiosa, diciendo que los informes de agencias internacionales no son válidos para nuestro país porque la zona que ellos monitorean (Pacífico Central) esta muy lejos de aquí, yo les sugiero a mis colegas afinar los estudios de las teleconexiones, con mayor cantidad y calidad de información y expliquemos a las personas (en especial a la prensa, autoridades y tomadores de decisiones en general) los alcances de estos informes internacionales.
En la actualidad las teleconexiones constituyen todo un campo de desarrollo en las ciencias atmosféricas y se enfoca específicamente en lograr un mejor entendimiento de las complejas interacciones existentes en el Sistema Climático global. Mientras más entendamos, más asertivos seremos en nuestras previsiones.
miércoles, 9 de abril de 2008
¡Heladas, Friajes y Olas de Frío!
(Este articulo ha sido publicado en la revista AGRARIA en la edición del mes pasado)
Hoy que escribo estas líneas (18 de marzo 2008) estamos a escasas horas del inicio oficial del otoño (20 de marzo 01:48 hora local) que conlleva como es obvio, al inicio de condiciones más frías que las del verano.
Este otoño nos encuentra con temperaturas superficiales del mar en el Pacifico Oriental (frente a nuestras costas) con anomalías cálidas, mientras que en el Pacifico ecuatorial central persisten condiciones frías “La Niña”, a pesar de lo hostil que fue el verano para su desarrollo y continuidad. Las anomalías cálidas en nuestras aguas costeras superficiales tienen un efecto directo en la temperatura del aire adyacente, por lo que continuaremos presentando anomalías positivas (temperatura por encima de su normal) lo que resta de marzo y posiblemente los primeros días de abril, después de ello esperamos un paulatina conversión a condiciones frías.
La Niña persistente en el Pacifico ecuatorial central, tuvo y tiene efectos indirectos sobre nuestro territorio. Así, hemos observado una temporada intensificada de lluvias que inicio en el tercio sur (diciembre-enero), luego paso por el centro (enero-febrero) y ahora se concentra sobre el tercio norte (febrero-marzo e inclusive alcanzaría los primeros quince días de abril). Esto no quiere decir que cuando llueve en una zona no llueve en la otra, sólo estamos indicando el sector donde se concentraron las tormentas. Aquí tengo que recalcar que en condiciones “La Niña” es muy probable registrar fuertes precipitaciones sobre Tumbes, Piura y Lambayeque hacia finales de marzo e inicios de abril (tener muy presente esto).
En trabajos recientes elaborados en Infoclim@, hemos logrado determinar que durante el verano la columna atmosférica que cubre nuestro territorio no logró un calentamiento significativo, es decir; la atmósfera en promedio se mantuvo en condiciones neutras o casi normales y la tendencia que muestra es hacia el enfriamiento, enfriamiento que podría manifestarse con el adelanto de eventos fríos en los Andes que comúnmente se observan durante el invierno.
Todos los modelos de pronóstico, estadísticos y dinámicos sugieren la continuidad de las condiciones “La Niña” por lo menos los próximos 3 meses y aquí en Infoclim@ creemos en su persistencia durante todo el invierno e inicios de la primavera, lo que podemos traducir en palabras sencillas como “otro invierno frío”.
Otro invierno frío, implica no sólo que las temperaturas en promedio estén por debajo de sus valores normales, sino; también implica la mayor probabilidad de ocurrencia de eventos extremos de frío como son las heladas, los friajes y las olas de frío, eventos que muchas veces afectan irreversiblemente los cultivos (cuidado Sierra Exportadora), generan mortandad de nuestros animales e incremento significativo de enfermedades bronquiales en nosotros mismos, implicando cuantiosas perdidas.
Una vez más, y a pesar de no ser nuestra labor, les sugerimos a las autoridades Nacional, Regional y Local, iniciar ahora con los trabajos de prevención a fin de minimizar los efectos del frío en la región andina. No esperemos ver las primeras víctimas en los medios de comunicación para recién poner manos a la obra.
Hoy que escribo estas líneas (18 de marzo 2008) estamos a escasas horas del inicio oficial del otoño (20 de marzo 01:48 hora local) que conlleva como es obvio, al inicio de condiciones más frías que las del verano.
Este otoño nos encuentra con temperaturas superficiales del mar en el Pacifico Oriental (frente a nuestras costas) con anomalías cálidas, mientras que en el Pacifico ecuatorial central persisten condiciones frías “La Niña”, a pesar de lo hostil que fue el verano para su desarrollo y continuidad. Las anomalías cálidas en nuestras aguas costeras superficiales tienen un efecto directo en la temperatura del aire adyacente, por lo que continuaremos presentando anomalías positivas (temperatura por encima de su normal) lo que resta de marzo y posiblemente los primeros días de abril, después de ello esperamos un paulatina conversión a condiciones frías.
La Niña persistente en el Pacifico ecuatorial central, tuvo y tiene efectos indirectos sobre nuestro territorio. Así, hemos observado una temporada intensificada de lluvias que inicio en el tercio sur (diciembre-enero), luego paso por el centro (enero-febrero) y ahora se concentra sobre el tercio norte (febrero-marzo e inclusive alcanzaría los primeros quince días de abril). Esto no quiere decir que cuando llueve en una zona no llueve en la otra, sólo estamos indicando el sector donde se concentraron las tormentas. Aquí tengo que recalcar que en condiciones “La Niña” es muy probable registrar fuertes precipitaciones sobre Tumbes, Piura y Lambayeque hacia finales de marzo e inicios de abril (tener muy presente esto).
En trabajos recientes elaborados en Infoclim@, hemos logrado determinar que durante el verano la columna atmosférica que cubre nuestro territorio no logró un calentamiento significativo, es decir; la atmósfera en promedio se mantuvo en condiciones neutras o casi normales y la tendencia que muestra es hacia el enfriamiento, enfriamiento que podría manifestarse con el adelanto de eventos fríos en los Andes que comúnmente se observan durante el invierno.
Todos los modelos de pronóstico, estadísticos y dinámicos sugieren la continuidad de las condiciones “La Niña” por lo menos los próximos 3 meses y aquí en Infoclim@ creemos en su persistencia durante todo el invierno e inicios de la primavera, lo que podemos traducir en palabras sencillas como “otro invierno frío”.
Otro invierno frío, implica no sólo que las temperaturas en promedio estén por debajo de sus valores normales, sino; también implica la mayor probabilidad de ocurrencia de eventos extremos de frío como son las heladas, los friajes y las olas de frío, eventos que muchas veces afectan irreversiblemente los cultivos (cuidado Sierra Exportadora), generan mortandad de nuestros animales e incremento significativo de enfermedades bronquiales en nosotros mismos, implicando cuantiosas perdidas.
Una vez más, y a pesar de no ser nuestra labor, les sugerimos a las autoridades Nacional, Regional y Local, iniciar ahora con los trabajos de prevención a fin de minimizar los efectos del frío en la región andina. No esperemos ver las primeras víctimas en los medios de comunicación para recién poner manos a la obra.
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