lunes, 20 de abril de 2009

Red de Monitoreo Agrometeorológico

Se estima que en el mundo existen - aunque sin ser cifras oficiales - entre 60 y 75 mil estaciones agrometeorológicas. La información que ellas proveen son una herramienta imprescindible en la toma de decisiones para riego, pronostico de cosechas e incluso alertar sobre el peligro de incidencia de plagas, entre otras tantas aplicaciones.
Luego de un periodo muy malo para el país entre las décadas de los 70’s y 80s’, en los 90’s se inició un nuevo ciclo y muchos inversionistas nacionales y extranjeros apostaron nuevamente por nuestro agro, pero esta vez; teniendo en mente la optimización mediante tecnología y el conocimiento que les permita ser competitivos en el mercado local e internacional.
Esta tecnología que les permite optimizar sus procesos incluye el aspecto climático, que como todos sabemos, incide directamente en los rendimientos de los cultivos. Es muy común encontrar estaciones meteorológicas automáticas de distintas marcas y modelos dentro los fundos y es una práctica casi generalizada colocar los valores extremos registrados durante el día en una pizarra para que todos tomen conocimiento de lo acontecido.
Esto, que es una buena práctica, no necesariamente es lo más óptimo, podría mejorarse. No es lo mismo tener información de sólo una estación, que tenerla de una red de estaciones integrantes de un sistema de monitoreo agrometeorológico. Un sistema de monitoreo permite un panorama global y no local mediante la adquisición de datos de diferentes estaciones, ubicadas en distintas zonas geográficas. Además, esta información es procesada y retransmitida a todos los miembros de la red, en beneficio de todo un valle, provincia, región o País y puede estar disponible en tiempo real.
Para citar un ejemplo de la utilidad de las redes, el Estado de California ha tenido utilidades de 65 millones de dólares anuales por concepto sólo de ahorro de agua, gracias a sus redes agrometeorológicas. Hoy, todos los países desarrollados y muchos países en vías de desarrollo cercanos a nosotros (como Chile, Argentina, Uruguay y Colombia), vienen replicando esta experiencia con resultados más que alentadores.
Creo que sería interesante y útil que nosotros también implementemos redes de monitoreo en nuestros valles. La información recogida apoyará procesos de producción con aplicaciones en:
• Detección temprana de heladas.
• Riego agrícola.
• Control de plagas y enfermedades.
• Caracterización regional del clima.
• Apoyo a los pronósticos climáticos para la agricultura.
• Predicción de la cosecha en función de la tendencia climática.
• Identificación de áreas con potencial climático para el establecimiento de cultivos alternativos.

Además, toda esa información podría ser utilizada en los trabajos de investigación de muchos jóvenes que egresan de nuestras universidades e institutos superiores. A cambio, ellos nos brindarán nuevos conocimientos para ser aplicados en el campo, convirtiéndose en un Gran Circulo Virtuoso que nos llevará, sin lugar a dudas; al desarrollo.

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